sábado, 17 de febrero de 2007

Oteiz-AR

arbitrio.
(Del lat. arbitrĭum) y éste de Valéry, Paul
1. m. RAE. -Voluntad que no responde a la razón, sino al capricho
2. m. Erixímaco. -¡Te quejas de riqueza!
3. m. Sócrates. –La opulencia paraliza. Pero mi deseo es movimiento, Erixímaco…Ahora necesitaría es potencia ligera, propia de la abeja, y supremo bien de la bailarina… Precisaría mi espíritu esa fuerza y ese movimiento concentrado que suspenden al insecto sobre la multitud de las flores; que le erigen en vibrante arbitrio de la variedad de sus corolas; que le presentan a su antojo ésta, o aquella, o esa rosa algo más apartada; y que le permiten rozarla, y huir, o penetrarla(…)

4. m. Erixímaco. -Puede el arte responder a la razón, a la opulencia o al movimiento. Debe negarse a responder, cual abeja, cual ligera bailarina y atender al capricho, disputarle a su espíritu el ar-bitrio, HUECO-RAZÓN. Y ganar. No debería rozarla, huir o acaso penetrarla.
5. m. Sócrates. –Probablemente podría, si se lo propusieran multitudes ella aceptaría, complaciente y se dejaría hacer, y se abandonaría al arte, al artista e incluso al arquitecto, quien, vacilante, metería las manos en los bolsillos y haría ver que él tampoco posee nada. bol-sillos, LLENO-MANOS, aunque parezca que para que se cumpla la etimología precisamos manos llenas de presentes, que hagan aún más evidente el vacío al desprendernos de ellos, al regalarlos, vacío forzado, hueco formado por contraste, voluntarioso, complaciente, se dejaría hacer y, aunque resulte evidente, únicamente después encontraría la potencia ligera, más propia de la abeja, para erigir vibrantes monumentos al arte, ontologías perfectas, sincretismos sublimes que al descender de sus vacías manos al suelo se convierten en atroces muestras de arte y codicia.
6. m. Erixímaco. -¿Y que viene después?, ¿Qué existe inmediatamente después de los huecos de la razón, de las porosidades de lo concreto y unidireccional, homogéneo y desfilante?. Podemos confiar en estos impertinentes pre-adultos a los que no les atañe nada más que ellos, nada más que el arte, ese vacío arte, VACIARTE de significado, prescindir de las palabras que pueden ser para poder ser, no confiar en fintas, pantomimas o teatro que nos llevarán, ay, sin remedio al más solitario de los descréditos para después regresar solos, aturdidos y llenos.
7. m. Sócrates. –AR-BITRARIO, pero momentáneo.


Miguel Luengo Angulo

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